Tabaco y trasplante capilar
By Prof. Dr. Soner Tatlidede 2019-07-17
Fumar, como todos sabemos, es nocivo para la salud en general, pero en nuestro caso, también lo es para los resultados del procedimiento de trasplante capilar. En ocasiones, los fumadores habituales pueden caer en el error de fumar unos cuantos cigarrillos después del procedimiento y esto les puede hacer sentir culpables, ya que los doctores siempre recomiendan eliminar el tabaco. Es por ello que los pacientes fumadores suelen preocuparse frecuentemente por la supervivencia de sus folículos, pero, ¿realmente fumar puede dañar los folículos trasplantados? Y de ser así, ¿en qué medida puede ocurrir esto?
Fumar y los riesgos para la salud:
Los pacientes que quieran someterse a una operación de trasplante de cabello (aquí puede ver el precio del procedimiento) deberían considerar el impacto del tabaco no solamente para sus resultados, sino también para su estado de salud general y el bienestar de las personas que los rodean.
Con el tiempo, fumar puede provocar daños en el sistema respiratorio, dificultar la respiración e incluso puede derivar en cáncer de pulmón. No obstante, hay diferentes riesgos para la salud asociados a este hábito, entre los más importantes se encontrarían los relacionados con enfermedades cardiovasculares. Solo en Estados Unidos el tabaquismo provoca cerca del 20% de las muertes por enfermedad cardiovascular, tanto en hombres como en mujeres.
Fumar también puede provocar un impacto negativo en no-fumadores, especialmente en el caso de los niños. De acuerdo con WebMD, la exposición al humo del tabaco es la causa de unas 70.000 muertes por problemas cardiacos cada año.
Fumar y la pérdida de cabello:
Según una investigación realizada por el Departamento de Dermatología de la Universidad de Zurich, en Suiza, en gemelos idénticos, los genes que marcan el patrón de la alopecia se pueden manifiestar de manera diferente, dependiendo de sus hábitos y su estilo de vida. Por ejemplo, el gemelo fumador mostrará pérdidas de cabello en mayor medida que el hermano no fumador. Además, los factores ambientales también pueden afectar a la velocidad con la que el cabello puede caerse en personas que genéticamente tienen tendencia a la alopecia.
¿Cómo puede afectar el tabaco a los pacientes de trasplante capilar?
En primer lugar, la nicotina de los cigarrillos puede causar que los vasos sanguíneos se endurezcan y se estrechen, además, el monóxido de carbono reduce la capacidad de la sangre para transportar el oxígeno que necesita.
Una circulación sanguínea poco fluida puede dificultar la recuperación de la herida y prolongar todo el proceso. Si el cuero cabelludo tarda más tiempo de lo normal en recuperarse, el riesgo de infección es más alto, puesto que las partículas y los microbios tienen más oportunidad de penetrar en él.
Por otra parte, si la piel experimenta dificultades para cicatrizar y cerrar las heridas, las costras que se forman permanecerán en el cuero cabelludo más tiempo del recomendado, esto incrementará las posibilidades de formación de una capa de tejido más gruesa que dificultará el adecuado desarrollo del folículo.
Según los doctores de Clinicana, fumar también incrementa el riesgo de aparición de piel muerta (o necrosis), el efecto puede ser mayor o menor en la escala, dependiendo del número de cigarrillos que el paciente haya fumado en el pasado.
Se ha descubierto que, pacientes fumadores que se han sometido a cirugías que requerían incisiones en amplias zonas de la piel (como reducción de cuero cabelludo), se enfrentaban a riesgos mayores de necrosis en el proceso de recuperación tras el procedimiento. Además, el paciente fumador puede presentar excesiva exudación y sangrado durante la operación, esto extiende la compleción del proceso y prolonga la cantidad de tiempo que los folículos pasan fuera (su límite suele ser de unas seis horas).
La supervivencia de los folículos trasplantados también puede verse deteriorada debido a la baja disponibilidad de oxígeno y nutrientes. De acuerdo con nuestros doctores, esto dependería de la situación de cada paciente y de si es o no fumador crónico o fumador de larga duración.
Los pacientes que han fumado mucho durante muchos años experimentarán cambios drásticos en su sistema circulatorio, estos probablemente afectarán a la capacidad de cicatrización de sus heridas y a la supervivencia de sus folículos. Sin embargo, en aquellos que son fumadores moderados o muy moderados, fumar algún cigarrillo después de la operación puede no provocar un impacto tan importante.
Existen muchos ejemplos de pacientes fumadores que han podido obtener unos resultados exitosos después de su operación de trasplante capilar, si bien persiste el riesgo de presentar una densidad capilar más reducida que la que puedan obtener otros pacientes que no fuman normalmente.
Directrices para fumadores antes y después de la operación de trasplante capilar:
Normalmente, los cirujanos de trasplante de cabello recomiendan que los pacientes se abstengan de fumar, al menos durante la semana previa a la operación y dos semanas después del procedimiento. No obstante, lo ideal sería dejarlo un par de meses antes y después de la operación para ayudar a una mayor optimización de los resultados.
Pérdida acelerada de cabello:
Según el estudio ya mencionado en gemelos idénticos, incluso si ambos poseen el mismo patrón genético en relación con la alopecia, cada uno podrá experimentar diferentes manifestaciones de la misma dependiendo de sus hábitos de vida.
Los hermanos que fumen suelen mostrar mayor pérdida capilar en comparación con los hermanos no fumadores. También los factores ambientales pueden afectar a la velocidad con la que el cabello cae en aquellos pacientes que presentan tendencia genética a la alopecia andrógena.
Si el paciente ha dejado de fumar durante el periodo recomendado después del procedimiento, pero continúa fumando después, todavía estará expuesto a un riesgo alto de perder parte importante del cabello.
Debido a la presencia de receptores sensibles a las proteínas en estas estructuras, los folículos pueden verse afectados todavía por la hormona DHT. Que la circulación de la sangre se vea afectada a causa del tabaco impedirá que estas estructuras reciban el oxígeno y los nutrientes que necesitan, es por eso que la miniaturización puede ocurrir más rápido.
Por todo esto, el paciente debería plantearse dejar de fumar definitivamente, siempre será mejor que simplemente evitarlo durante los periodos recomendados antes y después del procedimiento.
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