Alimentos malos para el pelo: ¡no comas esto!
By Prof. Dr. Soner Tatlidede 2022-04-11
¿Cuáles son los alimentos malos para el pelo? Si tienes problemas de salud capilar o simplemente quieres cuidar tu pelo, sin duda te interesa saber cuáles son los alimentos malos para el cabello; porque, si bien es cierto que la alopecia hereditaria se debe principalmente a factores genéticos, una mala alimentación puede agravar o acelerar el problema de la caída del pelo.
Si has llegado hasta aquí buscando información sobre una clínica de injerto capilar porque tienes problemas de alopecia, y necesitas un trasplante de cabello, es importante que sepas cuáles son los alimentos malos para la caída del pelo. Y si aún no tienes problemas de alopecia pero quieres prevenir la caída del pelo en el futuro, sin duda tampoco deberías perderte este post... porque te vamos a dar las claves sobre lo que NO debes comer.
¿Qué alimentos propician la caída del cabello?
Los alimentos son fundamentales para el pelo, al igual que para nuestro cuerpo, y juegan un papel muy importante en el fortalecimiento de nuestro cabello ante enfermedades o agresiones exteriores. Por supuesto, eso no quiere decir que nuestros problemas capilares se vayan a solucionar sólo con la alimentación: pero sí es cierto que una alimentación deficiente puede agravar los problemas que suframos en nuestro pelo o en nuestro cuero cabelludo.
En realidad, cuando tenemos que referirnos a los alimentos malos para la caída del cabello, las recomendaciones no son muy diferentes a las que cualquier experto en nutrición pueda darnos sobre la mejor alimentación para la salud de nuestro cuerpo: al fin y al cabo, todo lo que comemos acaba afectando a nuestro pelo. Veamos a continuación algunos de los alimentos que conviene que NO comamos si queremos cuidar nuestro cabello:
Azúcares:
Nuestra dieta habitual incluye un consumo excesivo de azúcares (refrescos, bollería industrial, dulces, etc), lo cual no sólo es poco saludable para nuestro cuerpo sino también para nuestro cabello. Un exceso de azúcar causa un aumento del estrés en el organismo, y reduce los niveles de vitaminas B y E, muy necesarias para mantener nuestro cabello fuerte y saludable.
Embutidos:
Aunque algunos embutidos de carnes blancas son saludables por su bajo contenido en grasas saturadas y colesterol, en general el consumo de embutidos aumenta los niveles de grasa y colesterol y estimulan la producción de la hormona testosterona. Además, una alimentación con demasiadas grasas aumenta el riesgo de tener un exceso de sebo en el cuero cabelludo, lo que acaba afectando al funcionamiento de los folículos capilares.
Sal:
Además de afectar a nuestro corazón y provocar hipertensión, el exceso de sal también afecta a la salud de nuestro pelo. La sal no sólo contribuye a resecar el cabello, sino que también hace que la estructura del pelo se debilite, frenando su crecimiento y acelerando su caída.
Alimentos grasos:
Al igual que pasa con los embutidos, los alimentos grasos en general son malos para el pelo en particular; tampoco son son buenos en términos generales, si se abusa de ellos. Debemos hacer todo lo posible para reducirlos en nuestra dieta, debido a su elevado contenido en sales, azúcares y grasas. No sólo hablamos de carnes ricas en grasas, sino también de frituras, comida procesada, comida rápida... Todos ellos estimulan la producción de testosterona, que a su vez acelera la producción de dihidrotestosterona (DHT): la hormona directamente culpable de la pérdida de cabello en la alopecia androgenética, la más común.
Alcohol:
Aunque en cantidades limitadas y con baja graduación puede tener ciertos efectos beneficiosos, el alcohol es un mal aliado de la salud en general y del cabello en particular. El consumo en exceso o habitual de alcohol causa deshidratación en el cuero cabelludo y en los folículos, haciendo que el cabello se vuelva más frágil y quebradizo; además, el alcohol reduce la absorción de oligoelementos como el zinc, un mineral que justamente regula y limita la producción de DHT.
Pescado y marisco:
El pescado, por lo general, es un alimento muy saludable, rico en proteínas y bajo en grasas, especialmente cuando hablamos de pescado azul; el problema ocurre cuando consumimos determinados pescados de gran tamaño -como el atún rojo o el pez espada- y mariscos en abundancia, ya que suelen tener elevadas concentraciones de mercurio. Esto hace que este tipo de alimentos sean malos para el pelo, ya que provocan la caída del cabello. No obstante, hay que subrayar que según demuestran los estudios, habría que comer cantidades muy elevadas de pescado o marisco, de forma habitual, para que provocase un efecto negativo sobre el cabello o sobre nuestra salud.
¿Qué alimentos debería consumir para mejorar mi cabello?
Por supuesto, hay alimentos buenos y malos para el pelo. Ya hablamos en otro artículo reciente sobre cuáles son los alimentos buenos para el pelo, así que si quieres profundizar en el tema te invitamos a echarle un vistazo. Una dieta saludable como la dieta mediterránea es uno de los mejores aliados para nuestra salud en general, y en particular para nuestro cabello.
A grandes rasgos, podemos decir que una lista de alimentos que protegen la salud de nuestro pelo incluiría:
- frutas (naranjas, kiwis, aguacates)
- verduras (espinacas, brócoli)
- huevos
- legumbres (soja)
- hortalizas (zanahorias)
- levadura de cerveza
- leche
- setas
- carnes magras
- pescado azul (salmón)
- frutos secos
En general, lo más importante es seguir una dieta variada, rica, equilibrada, en la que primen los alimentos frescos y sanos y donde reduzcamos al máximo aquellos que pueden ser más perjudiciales para nuestro organismo.
Al igual que ocurre con los alimentos malos para el pelo, una dieta que incluya alimentos saludables no va a acabar -lamentablemente- con nuestros problemas de salud capilar, ni va a conseguir que recuperemos el pelo perdido si sufrimos de alopecia. Nuestra recomendación: ante cualquier síntoma de problemas en el cabello, consulta a un especialista. Clinicana es la mejor clínica capilar: echa un vistazo a las opiniones de nuestros pacientes, y verás por qué. ¿Quieres verlo por ti mismo? Pide una consulta gratuita y presupuesto, sin compromiso. ¡Te esperamos!